jueves, 25 de abril de 2013

Bioetica


La Bioética es la reflexión  crítica sobre los valores y los principios que nos ayudan a guiarnos en nuestras decisiones y  los comportamientos.
La palabra Bioética es un neologismo acuñado en 1971 por Van Rensselaer  Potter en su libro Bioethics donde define a la bioética como el estudio  sistemático de la conducta humana en el área de las ciencias de la vida y del cuidado sanitario, en cuanto que tal conducta se examina a la luz de los valores y de principios morales [1]
En la actualidad no solo abarca en aspectos tradicionales de la ética médica si no que incluye a la  ética ambiental con perspectivas evolutivas pero posteriormente el término bioética se ha usado sobre todo para referirse a la ética médica y a la ética de los nuevos avances en biomedicina.
El objetivo de la bioética era animar al debate y al dialogo interdisciplinar entre la medicina y la filosofía y la ética, y supuso una notable renovación de la ética médica tradicional.
[2]El principio de beneficencia le señala al médico la obligación de actuar siempre en beneficio de los otros, la cual asume inmediatamente de convertirse en tal. La beneficencia implica promover el mejor interés del paciente pero sin tener en cuenta su opinión, porque claro, este no tiene los conocimientos necesarios para resolver su estado como si los tiene el médico.
Por su lado el principio de maleficencia establece el abstenerse intencionadamente de realizar acciones que puedan causar daño o perjudicar a otros. Puede ocurrir en algunas circunstancias que en la búsqueda de esa solución para el paciente se incurra en un daño, en este caso, entonces, no hay una voluntad de hacer daño, el tema pasará por evitar perjudicar innecesariamente a otros. Esto implicará al médico ostentar una formación técnica y teórica adecuada y actualizada, investigar acerca de tratamientos, procedimientos   y terapias nuevas, entre otras cuestiones.
Y finalmente el principio de justicia que implicará el brindar un trato igual a todos para de esta manera reducir las desigualdades sociales, económicas, culturales, ideológicas, entre otras. Aunque no debería ser así, es sabido, que a veces, el sistema sanitario de algunos lugares del mundo privilegia la atención de unos y desmerece la de otros tan solo por una situación social o económica, entre las más recurrentes, entonces, esto es a lo que apunta este principio de justicia.
Los principales temas en los cuales entenderá la Bioética serán el trasplante de órganos, la eutanasia, la reproducción asistida, el aborto, la fertilización in vitro, la manipulación genética, los problemas ecológicos, del ambiente y de la biosfera.

PRINCIPIOS BIOETICOS
En el devenir de los muchos siglos en que prevaleció la filosofía griega del orden natural, que pronto cristianizaron los teólogos , la entonces llamada ética médica la hicieron los moralistas y la aplicaron , en definitiva , los confesores.
En el devenir de los muchos siglos en que prevaleció la filosofía griega del orden natural, que pronto cristianizaron los teólogos, la entonces llamada ética médica la hicieron los moralistas y la aplicaron , en definitiva , los confesores. En estos tiempos, al médico se le suministraba todo hecho pidiéndole o exigiéndole que simple y llanamente lo cumpliera, así mismo tampoco se comprendía muy bien que los casos concretos, de esencia definida, pudieran ser la causa o provocar conflictos graves , sustantivos, ya que una vez establecidos los denominados principios generales , de carácter inmutable , lo único que podían cambiar eran las circunstancias; dicho con otras palabras : a lo largo de todos estos siglos de regencia filosófica griega no existió una verdadera ética médica , si por ella entendemos la moral autónoma de los médicos y los enfermos ; existió otra cosa , la concesión aristotélica principista heteronomía , que muy bien pudiera denominarse ética de la medicina. Todo esto explica porque los médicos no han sido por lo general ni muy duchos y, mucho menos competentes , en cuestiones de ética , la cual quedó reducida a una actividad propia del ámbito de los ascético y de etiqueta.
  






[1] Bioethics Bridge to the  future Van Rensselaer  Potter


PRINCIPIO DE LA AUTONOMÍA  O EL RESPETO DE LAS PERSONAS


En este principio se toma en consideración, por lo menos, dos vertientes ético-morales fundamentales: 14
El respeto por la autonomía del individuo, que se sustenta, esencialmente, en el respeto de la capacidad que tienen las personas para su autodeterminación en relación con las determinadas opciones individuales de que disponen.
Protección de los individuos con deficiencias o disminución de su autonomía en el que se plantea y exige que todas aquellas personas que sean vulnerables o dependientes resulten debidamente protegidas contra cualquier intención de daño o abuso por otras partes.
La aparición y puesta en práctica del principio de autonomía ha influido profundamente en el desarrollo de la bioética, tanto desde el punto de vista sociopolítico como legal y moral. El mismo a cambiado indiscutiblemente el centro de la toma de decisiones del médico al paciente y a su vez a reorientado la relación del médico con el enfermo hacia un acto mucho más abierto y más profundamente franco, en el que se respeta y toma como centro de referencia la dignidad del paciente como persona.4,15 En la actualidad se plantea que el auge del principio de la autonomía en la práctica biomédica ha protegido a los enfermos contra las flagrantes violaciones de su autonomía e integridad que en el pasado, por simples razones éticas eran tan ampliamente aceptadas como permisibles.
No obstante, lo planteado el principio bioético de autonomía, como es de suponer, no resulta lo suficientemente fuerte, no basta para garantizar el respeto a las personas en las transacciones y hechos médicos en los cuales éstas puedan verse involucradas con todos los matices y significados que ello entraña. Al respecto del fundamento de las relaciones médicas, el concepto de integridad es más rico y fundamental. El mismo está más estrechamente ligado a lo que significa esencialmente el ser humano completo en su aspecto psicológico, biológico y espiritual. Este concepto resulta más exigente y difícil de captar en un contexto legal o en lo relativo a los llamados procedimientos de consentimiento informado. En definitiva la autonomía depende de la preservación de la integridad de las personas, y tanto una como la otra dependen de
la integridad del médico, pudiéndose asegurar que la integridad sin conocimiento es débil e inútil y el conocimiento sin integridad es peligroso y temible


ALCANCE DE LA BIOÉTICA


La bioética no sólo trata las cuestiones morales en el ámbito de la biomedicina, sino que además incluye:
cuestiones epistemológicas: modelos explicativos sobre la conducta humana debate entre el determinismo biológico y la influencia ambiental), metáforas y modelos sobre el papel de los genes, etc.
Cuestiones ontológicas (estatuto de lo humano al comienzo y al final de la vida; estado vegetativo persistente; relación entre la dotación genética y la identidad del individuo, etc.
La bioética se desarrolla en el contexto de una sociedad pluralista, ajena a los grandes relatos unifica dores de tipo religioso o ideológico. Por lo tanto, la bioética es una ética civil que se sustenta en la racionalidad humana secularizada, capaz de ser compartida por todos, en un terreno filosófico neutro. Como dice Marciano Vidal (1989)  más allá de un ordenamiento jurídico y deontológico, y más acá de las convicciones religiosas".



La esencia de este principio consiste en la obligación ética de aumentar, tanto como ello sea posible, los beneficios y reducir al mínimo los daños y prejuicios que el individuo pueda recibir.
El ejercicio de la medicina está orientado por principios éticos que tienen sus raíces en conceptos filosóficos, el no causar daños y hacer el bien al paciente. En la mayoría de los textos clásicos de medicina también se establecen limitaciones, claras y precisas, en cuanto al  empleo de los conocimientos médicos para determinados objetivos. Los actos como la eutanasia como el aborto, la tortura, el ejercicio del poder   o incluso la manipulación de las personas por medio de una intervención médica completa pueden ser excluidas de la práctica, no sólo idónea sino también hábil de la medicina por esas restricciones de la conducta profesional. Es un hecho de tradición que tanto la ética como la pericia se aúnen en el campo de la medicina; no obstante ello debe recordarse que la ética sin la debida pericia nunca puede resultar eficaz pero que la pericia, por muy grande que esta sea sin la correspondiente dosis de ética nunca redundará en beneficio del paciente.
Del principio bioético de la beneficencia se derivan normas que exigen el establecimiento de los riesgos   de la  investigación, que éstos sean del todo razonables, tomando en consideración los beneficios que se esperan obtener, que la concepción de la investigación que se pretende realizar sea sensata y atinada y que los investigadores que habrán de intervenir en la misma tengan el grado de idoneidad requerido para llevar a cabo debidamente sus tareas, al tiempo que salvaguarden el bienestar de los sujetos de la investigación.
Cuando se trata del cuidado de los enfermos, nunca debe ser olvidado el ambiente   cargado de valores   de todo tipo en que se realiza o ejecuta la intervención médica de que se trate. Es por esta simple y llana razón que deben ser elaboradas listas de verificación de  datos no científicos con el objeto de abordar como es debido las cuestiones personales y el conocimiento de aquellos valores que resultan imprescindibles para el establecimiento de una correcta relación médico-paciente y determinar, en definitiva, lo que es mejor para el mismo.



FINES Y MEDIOS EN LA BIOÉTICA

 

Un punto relativamente descuidado del debate bioético, pero esencial a la hora de discutir los aspectos de justicia en el acceso a los servicios biomédicos, es el de la conexión entre los fines de la biomedicina y los medios técnicos disponibles. Para  Daniel Callahan (1996) hay dos factores que inciden sobre esta cuestión:
Tendencia de la medicina a introducir nuevas tecnologías, a menudo muy caras, y previstas para el beneficio individual y no tanto para el beneficio de la población general.
Las tecnologías biomédica están modificando continuamente la imagen tradicional de lo que es "funcionamiento normal de nuestra especie". Se está redefiniendo la noción estadística de "normalidad", de modo que nos estamos deslizando hacia unos fines de optimización e incluso "mejora" de nuestra naturaleza.
¿Es legítimo emplear inmensos recursos económicos del entramado clínico e investigador en seguir ampliando los límites normales sobre todo si esto es a costa de descuidar atención más básica para mayor número de personas? A estos interrogantes no se puede responder si previamente no se ha discutido cuales son los fines y los bienes que pretendemos obtener de la Medicina. El no haber abordado esto explica en parte la ya vieja dificultad para:
definir lo que debe ser un "paquete básico" de servicios sanitarios para todos (un problema sobre todo en los EEUU, que a diferencia de Europa, carece de un sistema público universal y gratuito de salud)
incapacidad de llegar a un acuerdo sobre la "futilidad" en tratamientos médicos (sobre todo en enfermos terminales)
determinar qué clase de salud debemos lograr para los ancianos, y cómo hacerlo
qué clase de cuidados sanitarios proporcionar a aquellos pacientes en los que las únicas opciones aplicables son extraordinariamente costosas.
Algunos peligros asociados a la invocación de la bioética
Miguel Moreno (1995)  ha resumido algunas de las "trampas" que pueden jalonar el curso de la bioética:
Considerar la bioética como un mero cálculo de posibilidades técnicas y de relación costes/beneficios. Se asume que los problemas éticos suelen estar asociados a técnicas aún no maduras que presentan problemas de seguridad, pero una vez que tales problemas se solventen, desaparecen los obstáculos éticos para su aplicación. (Algo de esto se está viendo ya con la perspectiva de la clonación en humanos, y sobre la intervención genética en la línea germinal).
Invocación a la ética sólo cuando el conocimiento científico y técnico llega a afectar a la sociedad. En este caso se puede tener la tentación de usar la bioética de un modo reactivo, como "amortiguador de impacto sociales" y no como reflexión previa y crítica sobre medios y fines.
Invocación al prestigio de la bioética para pedir atención y recursos de investigación. Los científicos y gestores públicos saben que la investigación requiere grandes inversiones, para lo cual pretenden ganar un amplio apoyo social. Esto favorece el surgimiento de una ética informal en los proyectos de investigación, cuyo peligro es el de ser instrumentalizadora, el de "hacer tragar" la irrupción masiva de nuevas tecnologías que favorecen a ciertas capas o sectores. Se trata de una ética domesticada, como trámite publicitario, para cubrir el expediente y acallar conciencias. Este es el peligro de la ética "institucionalizada" en comités oficiales, que intentan cerrar el debate de modo prematuro. También es el recurso de comités ligados a empresas o a grupos profesionales en los servicios de FIV, análisis genéticos, etc.)

TECNOLOGÍA Y ÉTICA 


El no considerar a la tecnología como una práctica social más (sino la plasmación de una racionalidad objetiva que avanza inexorablemente) conlleva que los problemas sociales y éticos que puedan surgir tiendan a ser tratados de modo "tecnológico": la ET se convierte en una especie de "meta-tecnología", donde los enfoques dotados de racionalidad tecnológica se imponen, y donde la ética obviamente desempeña un papel secundario.
Pero además, la ética a su vez, tiende a usar modelos de razonamiento moral impregnados de racionalidad técnica, aplicando principios a prácticas. Esto se ve claramente en numerosos comités de ética, que se limitan a cuestiones sobre el adecuado uso de la tecnología (cuestiones de consentimiento informado, justicia, etc.), pero nunca se considera que la tecnología como tal pueda ser un problema. La ética se convierte entonces en una tecnología destinada a hacer controlables un conjunto particular de problemas potenciales.



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